Es el momento preciso para implementar nuevas soluciones científicas

Escribe Julio Eggimann, Business Manager de Aintech

Una de las grandes lecciones que nos dejó la pandemia es que la salud es uno de los bienes más importantes de los países, ya que entrega estabilidad económica y social. El siguiente desafío mundial es invertir en las soluciones que ofrece la ciencia y tecnología para prevenir, en lugar de atacar un problema en curso. Y son los microorganismos uno de los puntos en lo que nos debemos enfocar debido a la resistencia a los antimicrobiana (RAM), es decir, los microorganismos dejan de responder a los compuestos que las eliminan, ya sean desinfectantes, biocidas o antibióticos.

La OMS predice que si no somos capaces de solucionar lo anterior, "para el 2050 las infecciones bacterianas serán la principal causa de mortalidad a nivel mundial llegando a una cifra cercana a los 10 millones de personas cada año". Son números alarmantes que hacen urgente potenciar el desarrollo de proyectos en los que entidades públicas y privadas puedan converger e implementar soluciones innovadoras y de largo plazo, pues esperar que el cuidado de la población recaiga exclusivamente en los antibióticos es iluso. Esto porque la RAM obliga a la ciencia a trabajar permanentemente para conservar la capacidad de tratar las infecciones graves.

La nanotecnología es una de las áreas de estudio más innovadoras para combatir el contagio de enfermedades y la propagación de microorganismos. Es más, en línea con la OMS, para 2030 la nanotecnología, por ejemplo, permitirá reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, el agua y el suelo. Respecto de agua limpia y saneamiento, de aquí al 2030 será facilitadora para el aumento del uso eficiente de los recursos hídricos en diversos sectores.

Lo mejor de todo es que Chile cuenta con la materia prima ideal porque varias de estas soluciones se basan, por ejemplo, en nanocobre. Este metal que se comenzó a utilizar por la civilización hace aproximadamente 10 mil años, hoy la literatura científica respalda que se usa en la nanotecnología de forma eficaz como un biocida que previene y elimina microorganismos.

En esa línea, estoy convencido de que es el momento preciso para avanzar en nuevos desarrollos. Estamos en un contexto país donde existirá una inversión extraordinaria de $76 mil millones en ciencia y tecnología para potenciar I+D+i.

Es el minuto para darle una oportunidad a las nuevas tecnologías y actuar proactivamente por esas pequeñas decisiones que ponen el foco en el bien común. El llamado es a que el mundo de los negocios dé el espacio a la ciencia para implementar una solución que le permita hacer mejores negocios y al mismo tiempo tener un impacto positivo en el medio ambiente. Para realizar un cambio significativo para nosotros y los que vendrán debemos hoy estar abiertos a escuchar, informarnos y probar nuevas soluciones.

(*) Julio Eggimann: Business Manager de Aintech