El impacto de 5G en la Educación: Chile en las puertas de un cambio cualitativo

Escribe Juan P. Casal, Director Comercial para Sector Público y Privado, en Intel Latinoamérica

En un contexto en el que la tecnología está transformando la educación, el horizonte de posibilidades y experiencias planteados por 5G será sin dudas el catalizador de esta transformación. Chile, en la vanguardia regional respecto a 5G, se ubica en un panorama esperanzador para ser el pionero Latinoamericano en comenzar a explorar esta evolución en algo tan fundamental para cualquier sociedad como es el sector Educativo.

En los hechos, las recientes licitaciones de espectro 5G en Chile le dieron a los principales operadores los bloques de banda para poder desarrollar las redes de 5ta generación que van a abrir las puertas a esta nueva realidad a lo largo de todo el país, con las proyecciones más próximas hablando de más de 360 localidades conectadas, alrededor de 200 hospitales, decenas de aeropuertos y centros de interés entre los cuales hay cientos de centros educativos.

Abrir los caminos a esta nueva etapa de conectividad significa la amplificación de la experiencia a establecimientos no pasados por redes fijas, donde el acceso fijo inalámbrico mediante 5G (FWA) puede habilitar una nueva dimensión de conectividad, así como complementar y enriquecer el acceso en establecimientos donde no se puede contar con una infraestructura adecuada de red interna para hacer buen uso del acceso fijo.

Los casos de uso a los que les abrimos las puertas con esta evolución son innumerables. Pensemos en la experiencia que puede traer la realidad virtual o aumentada (AR/VR) en un laboratorio; poder estudiar un ecosistema, un organismo, o un hito histórico teniéndolos virtualmente en frente; el abanico de posibilidades que se abren para poder darle una experiencia más personalizada a estudiantes con necesidades especiales, o poder enriquecer clases presenciales con personal remoto, en una experiencia mucho más inmersiva, ágil y transparente de lo que conocemos hoy.

Más allá del contenido, las posibilidades de conectividad masiva que trae 5G, las redes privadas, y proliferación de los dispositivos conectados en los establecimientos permitiría también alcanzar mejoras operativas y de gestión, que pueden aportar nuevos datos e inteligencia sobre la que un establecimiento educativo, o gobierno, pueden actuar: la video analítica en cámaras conectadas para el conteo de estudiantes, presencialidad, detección de situaciones peligrosas/violentas, o monitoreo de activos.

Para facilitar la práctica pedagógica creemos que desde el sector privado y público debemos buscar nuevos incentivos y facilitación, con tecnologías y/o programas que ayuden a reducir la brecha tecnológica y acelerar la transformación digital. Un ejemplo en el escenario chileno es un proyecto que estamos desarrollando en conjunto con HP como parte de su programa Reinvent the Classroom International y con la colaboración de Google for Education, para crear la primera sala de clases digital ubicada en el Colegio Marista Santiago, y que se levanta como un complemento para facilitar la experiencia pedagógica y mejorar los procesos de aprendizaje, creando una experiencia sin precedentes en el escenario educativo regional.

Todos podemos coincidir en la importancia de la educación, y el rol fundamental que juega en el desarrollo de un país. Desde Intel queremos que futuras generaciones tengan el mejor contacto posible con la tecnología, y que esto sea el catalizador para su desarrollo, crecimiento, y el de las sociedades. El contar con una infraestructura de TI segura, potente, y escalable, que permita mejorar la experiencia de cada estudiante, profesor, y centro educativo, es esencial para seguir transitando este cambio, modernizando y creando nuevos modelos de aprendizaje, enseñanza, y gestión de la educación.

(*) Juan P. Casal: Director Comercial para Sector Público y Privado, en Intel Latinoamérica