Emprender después de los 35

Escribe Ariel Jeria, Gerente general de Rompecabeza

¿Cuál es la mejor edad para emprender un negocio? No existe una receta única, pero emprender pasado los 35 años parece aumentar la tasa de éxito ¿Cuál será el motivo? Al parecer una de las razones es que las personas en ese rango etario tienen el impulso, madurez y las ganas de tener sus propios ingresos y dejar de depender de un empleador.

También es habitual que a esa edad las personas tengan hijos, arriendo o dividendos que pagar, colegios y muchas responsabilidades que requieren de una renta determinada para poder sortear los gastos propios de una familia, por lo que emprender no es una opción para tener más tiempo, sino que una oportunidad de ser dueños de nuestra propia empresa y, por lo tanto, de construir un camino propio.

Quien ha decidido emprender sabe que los primeros meses pueden ser muy duros. Hay que dedicar 12, 14 horas diarias (y a veces más) para dar forma al proyecto, junto con renunciar a un sueldo fijo. Son momentos de mucho sacrificio, pero que vienen acompañados con la satisfacción de saber que se está desarrollando algo propio.

Dentro de las ventajas de emprender pasado los 35 años están:

  1. Al emprender con un proyecto vinculado a la carrera profesional de cada uno, a esas alturas del partido se contará con cerca de 10 años de experiencia, lo que indica que es posible conocer, e incluso dominar, ciertas áreas específicas de la industria en la que la persona se desempeñe. Ya definiste qué te gusta hacer y para qué eres bueno profesionalmente, por lo tanto es posible sacarle partido a esa experiencia.
  2. Si se quiere emprender en otra área, distinta a la profesional, puedes haber tenido tiempo para ahorrar algo de capital o incluso invertirlos, para contar con un colchón de recursos a los que echar mano en orden de paliar un déficit presupuestario familiar.
  3. Probablemente ya se cuenta con una red de contactos a la cual recurrir como primeros clientes. Esto es importante, para dar a conocer tu idea de negocio y validar rápido si vas por buen camino.
  4. Eres joven y con energía para empujar un proyecto que va a requerir muchas horas, pero también estás a tiempo para reinsertarte profesionalmente en caso de que las cosas no marchen bien.


Eso sí, también hay algunas desventajas:
  1. Estás en los años más productivos y, por tanto, el costo de oportunidad de renunciar es alto. En caso de fallar, quizás habrá que sacrificar renta para volver a encontrar un trabajo, por lo que se puede interrumpir una carrera ascendente.
  2. Tienes una carga financiera alta, ya que seguramente a esta edad tienes familia y muchos costos fijos que cubrir. Se hace más pesado equivocarse o contar con menos tiempo para la puesta en marcha y generar ingresos.
  3. Quizás llevas poco tiempo de casado o con niños pequeños. Emprender te hará que gastes mucha energía y tiempo en el trabajo, lo que te puede jugar en contra a nivel familiar o perderte varios momentos de tus hijos.

En resumen, siempre puede ser un buen momento para emprender, pero hacerlo con la madurez suficiente hará que estés más decidido a sacar tu proyecto adelante. Además, tendrás más herramientas para lograrlo. La recomendación es tener claro qué beneficios se tienen a disposición para este nuevo camino y también qué se está dejando de lado por esta nueva apuesta.

(*) Ariel Jeria: Gerente general de Rompecabeza Digital